Yo quiero ser a
La Zurda más que diestro…
Silvio Rodríguez
La presencia de La Zurda en la escena política local, ha
generado reacciones diversas. Por un lado, los sectores conservadores han
expresado críticas derivadas de sus más íntimos temores a lo popular y a la
reacción ciudadana de sectores revolucionarios; y por otro, hemos palpado la
frustración e impotencia de descalificaciones provenientes de sectores seudoradicales
e iluminandxs. Cuestión que no nos extraña. Reflexionar para actuar no es
práctica común, menos cuando se habla de lo colectivo, además, resulta trillado
el resolver todo en el papel –desde una posición mesiánica e iluminada– para luego
no hacer nada, para delegar las tareas vulgares a los “peones” o esperar que
las condiciones y el programa alcancen la perfección, con el afán de nuevamente
no hacer nada.
En este zurdo
andar se han llevado a cabo numerosas acciones que han permitido marcar agenda
en Cochabamba, entre ellas:
1) El acto de
repudio a las y los diputados cochabambinos firmantes de una carta solicitando
injerencia de Estados Unidos y Donald Trump en Bolivia, actividad que tuvo
resonancia gracias a que una diputada, famosa por sus desmanes, se puso a
llorar, aun cuando ni siquiera la burguesía apoyó su intento de show mediático y prevaleció el derecho a
la protesta pública.
2) La
participación zurda en la concentración de Chimoré, conjuntamente a miles de
mujeres y hombres indígenas, obreros e intelectuales progresistas venidos de todo
el país y que unieron fuerza bajo un horizonte de lucha común.
3) Por último, se
ha tenido participación en los espacios para el debate del Programa electoral
de Evo Morales.
¡No hay vuelta,
queda mucho por andar!
MG
*Publicado en revista Maya No. 45, julio de 2019.
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