El 14 de julio de 1969, los aparatos represivos
del Estado, a la caza de Inti Peredo, en un gran operativo cercaron la casa de Rita
Valdivia, Maya, en la calle Paccieri,
Cochabamba. Junto a dos compañeros, durante horas Maya repelió el ataque, hasta caer en combate. Tenía 23 años y estaba
embarazada. Era dirigente del ELN en Cochabamba.
Con motivo de los 50 años de su partida,
las y los guevaristas de Cochabamba mediante distintas actividades le han
rendido honores. A continuación, reproducimos fragmentos de la carta que nos
envió la hermana de Maya, Isabel.
Al
acercarse la fecha aniversaria de la muerte en combate de Rita Valdivia, mi
hermana, el dolor, la rabia y la impotencia vuelven a remover las fibras de los
sentimientos de amor, admiración y compromiso que siempre nos unió.
Desde
niña, el coraje fue su signo, entre la dureza excesiva de nuestro padre y la
inmensa dulzura de nuestra madre, gestó una fuerte personalidad que se impuso,
no solo a nuestro padre, sino que se fue fortaleciendo en las escuelas donde
estudiamos, en Barcelona, Venezuela, ciudad donde se publicaron sus primeros
poemas y se exhibieron sus cuadros y esculturas.
Ya en
Caracas, en la universidad, a los 17 años, fue miembro de varias revistas y
grupos de poetas: Sol Cuello Cortado, El Techo de la Ballena, de quienes se despide para irse a Leipzig,
señalándoles que la poesía es un compromiso de vida y que para ella ha llegado
el momento de luchar.
En
1968, ya en Alemania, después de la muerte del Che en Bolivia, concluye sus
estudios de etnología y se va a Cuba para recibir entrenamiento; y se va a
Bolivia, pasa por Venezuela por una semana y es la última vez que la vemos con
vida.
Poco
tiempo de vida para un ser tan necesario en el mundo de injusticias de
entonces, no solo en su Bolivia natal, sino en Venezuela, donde a pesar de los
años que han pasado desde su caminar en esa tierra, aún es recordada y la sala
principal de exposiciones de la Escuela de Bellas Artes Armando Reverón –donde
ella estudió– lleva su nombre, así como un centro médico popular de la ciudad
de Cantaura, que también lleva su nombre. Todos los 14 de julio hay homenajes
rememorando su vida valiente y comprometida.
Saber
que en la tierra donde luchó y donde está sembrado su cuerpo la recuerdan y le
rinden honor, es no solo hermoso, sino que fortalece aún más nuestro compromiso
de lucha por la defensa de la justicia y libertad de nuestros pueblos, lucha
por la que Rita Valdivia entregó su vida.
Un
abrazo fraterno y naturalmente, les agradezco entrañablemente, todo el trabajo
por el rescate de la memoria de nuestros héroes y mártires en el largo proceso
de liberación de Bolivia.
Isabel Valdivia Rivera
*Fotografía: Rita Valdivia en una marcha contra la Guerra de Vietnam, Leipzig, Alemania / Cortesía de Isabel Valdivia.
**Publicado en revista Maya No. 45, julio de 2019.
No hay comentarios:
Publicar un comentario