domingo, 26 de agosto de 2018
domingo, 19 de agosto de 2018
jueves, 2 de agosto de 2018
COLUMNA HEROICA. María Martha González, elena eterna
A un mes de su partida física.
María Martha nació del amor entre una
boliviana y un paraguayo que se casaron tras finalizar la Guerra del Chaco; su
existencia inició venciendo una guerra y su internacionalismo fue constante.
Colaboró con su padre periodista en El gran rebelde (primer libro sobre el Che) y quedó
convencida de que el camino para la liberación continental eran las ideas
guevaristas.
Trabajó toda su vida y crió sola cuatro
hijos; su rol de madre no le impidió militar en el Ejército de Liberación
Nacional (ELN) durante la dictadura de Banzer (1971-1978), donde fue apresada en
dos ocasiones.
En reuniones clandestinas conoció a
su compañero Antonio Peredo, con quien tuvo su quinto hijo. Participó en la
fundación del Semanario Aquí y militó en la Revolución sandinista de Nicaragua.
Durante el periodo neoliberal regresó
a Bolivia y creó, junto a otros, la Fundación Che Guevara, espacio desde donde contribuyó
a la formación de numerosos jóvenes.
Mujer de presencia permanente en las
calles, su claridad política convenció a Antonio para candidatearse como
vicepresidente de Evo Morales en 2002; de este modo, su determinación y la de
muchos más posibilitó el inicio del Proceso de Cambio.
Desde el Parlamento, alguna plaza o
su escritorio, continuó con su labor militante hasta el 2 de junio del 2018, día
en que partió a la inmortalidad, coincidiendo en fecha, día y hora –pero seis
años después– con la partida de Antonio, cual precisión de un operativo eleno.
María Martha nos deja un legado de
amor al pueblo, la causa y a los compañeros, quedará en nuestra memoria como una
mujer nueva, coherente, imprescindible y eterna.
María Fernanda Rada
(Publicado en revista Maya No. 5, julio de 2018)
miércoles, 1 de agosto de 2018
INTERNACIONAL. La llegada de Morena a México
El pasado 7
de julio, en México se vivieron las elecciones en que se eligió al presidente,
senadores y diputados federales. Dentro de la contienda a la presidencia se
encontraban cuatro candidatos: José Meade por la Coalición Todos por México (PRI,
PVEM, PANAL); Ricardo Anaya por la
coalición Por México (PAN, PRD, Movimiento Ciudadano); Jaime Heliodoro Rodríguez como candidato “independiente”;
y Andrés Manuel López Obrador (AMLO) por la coalición Juntos Haremos Historia (Morena,
PT, PES).
AMLO resultó elegido,
por mayoría absoluta, para llevar las riendas en la gestión 2018-2024 en México,
país con graves crisis desde lo económico, social y cultural. País que ha
decaído durante las gestiones de la “mafia del poder”, como denominó López
Obrador a los representantes del PRIAN.
La tarea de
levantar México, donde la crisis humanitaria está a la orden del día, con desaparecidos, persecuciones a periodistas,
asesinatos a líderes sociales, resulta titánica. En materia económica, la
inflación llega a un 4.85%, y el peso mexicano sigue perdiendo su valor frente
al dólar. Igualmente, se implementaron gasolinazos cada fin de semana, para que
no fuera tan evidente ante los ojos de los mexicanos. A lo que hay que sumar la presencia y amenaza permanente
de Donald Trump, con la negociación de un Tratado de Libre Comercio (TLC) que
impactará, ya sea con su retirada o el recrudecimiento para pisotear sin piedad
la economía dependentista de México.
López Obrador
es, en este momento, un respiro para la izquierda latinoamericana, pero hay
dudas que se irán despejando cuando ya esté en la silla presidencial y comience
a trabajar. Mientras tanto con determinación ha sostenido que eliminará las
millonarias pensiones a expresidentes del país, cuyo ejemplo grotesco es el
desembolso de los 9.8 millones de dólares recibidos que recibe Felipe Calderón.
AMLO es un convencido nacionalista y juarista,
y sabe que la lucha por la reconstrucción mexicana no será sencilla.
Dz. Chz.
(Publicado en revista Maya No. 5, julio de 2018)
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