jueves, 23 de mayo de 2013

Presentación: Minería, situación y perspectivas

La actividad en la minería sostiene un ritmo ascendente en el crecimiento de la producción, con una significativa presencia de la inversión pública, un aumento del empleo en las empresas mineras estatales, y un inicial incremento en las recaudaciones, en el reciente ciclo abierto el 2006; contrastando con la lenta recuperación y estancamiento del pasado periodo neoliberal.
En esta dinámica el comienzo y fortalecimiento de la participación del Estado en la actividad productiva minera, a través de la COMIBOL (Corporación Minera de Bolivia); marca un acontecimiento de transición fundamental en el proceso de implementación del nuevo modelo económico plural. Ahora el Estado asume un nuevo rol en la conducción y organización de la economía que anteriormente dependía de las corrientes del mercado y de las medidas de organismos internacionales.

No obstante en la estructura del producto interno del subsuelo, el segmento más preponderante, aún sigue sujeto a las compañías transnacionales y a las empresas privadas. Por otra parte es considerable la contribución de las cooperativas y la minería chica. La gran parte de estos sectores de la minería están dirigidos al comercio internacional y a la provisión de materias primas de los países en los cuales tienen sede aquellas grandes compañías extranjeras. Un caso representativo es la empresa minera San Cristóbal subsidiaria de la compañía japonesa Sumitomo, cuya explotación de los recursos mineros gravita de manera importante. Toda su exportación es insumo primario para la industria del país asiático.

Los datos del 2012, sitúa a la minería en una fase histórica resultante que tiene origen en la época del capitalismo neoliberal y el extenso periodo del modelo de capitalismo de Estado del siglo anterior.
El Director de la COMIBOL, José Pimentel, sostuvo que con la nacionalización del complejo Huanuni-Vinto, el Estado Boliviano avanza en la industrialización, asociada a la ampliación de la producción, en tanto que la aplicación de la nacionalización de la minería en su conjunto depende en gran medida del pedido e involucramiento de los trabajadores.
En su disertación, el investigador del CEDIB Vladimir Díaz, consideró que la solución a la problemática de la re-primarizacion de la economía, solamente será posible con el proceso de la nacionalización e industrialización. En su análisis del tema referente al periodo del capitalismo de Estado del modelo de 1952 recuerda las reflexiones de Sergio Almaraz, quién vaticinó que de mantenerse esta línea de pensamiento en los gobiernos, se produciría el descenso de la participación de la COMIBOL, el ascenso del sector privado, esclareciendo que este proceso continuaría hasta la desnacionalización y extranjerización de la minería en el país.

Se están emprendiendo – sostiene Pimentel – acciones dentro de las políticas de innovación y desarrollo en el área científico-tecnológico que permiten el conocimiento y aplicación de los procesos industriales de transformación de las materias primas. Pero aún más trascendental en el cambio del patrón primario exportador. Algunos de estos emprendimientos son los casos de las plantas piloto de litio del Salar de Uyuni, la planta de cobre de Coro-Coro, y la fundición de bismuto de Telamayu.

Finalmente, los dos expositores coinciden que la situación de la minería se encuentra entre perspectivas alentadoras y dificultades, con respuestas estructurales asumidas en la gran tarea de transformar las condiciones de producción hacia su industrialización y para el beneficio del pueblo boliviano.

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