Juan Manuel Karg
Esta
semana se desarrolla en La Paz, Bolivia, una nueva reunión del Foro
de San Pablo, el cónclave de organizaciones sociales y políticas de
la izquierda y el progresismo que nació a inicios de los 90, bajo el
padrinazgo del Partido de los Trabajadores, y en una situación
totalmente distinta a la actual en América Latina. ¿Cuáles son los
principales temas que abordará la XX edición de este importante
foro regional? ¿Qué definiciones puede tomar?
Esta
semana se desarrolla en La Paz, Bolivia, una nueva reunión del Foro
de San Pablo, el cónclave de organizaciones sociales y políticas de
la izquierda y el progresismo que nació a inicios de los 90, bajo el
padrinazgo del Partido de los Trabajadores, y en una situación
totalmente distinta a la actual en América Latina. ¿Cuáles son los
principales temas que abordará la XX edición de este importante
foro regional? ¿Qué definiciones puede tomar?
Nacido
en 1990, en la ciudad del mismo nombre, el Foro de San Pablo inició
sus actividades con una lógica totalmente diferente a la actual: de
resistencia frente a los gobiernos mayormente neoliberales en la
región, tras la caída del Muro de Berlín y el fracaso de los
socialismos realmente existentes hasta ese momento. Así, en un
momento de auge de los relatos sobre el "fin de la historia",
el Foro de San Pablo intentaba mostrar que había otra posibilidad
para las grandes mayorías de nuestros países que la resignación
ante un modelo de sumisión a intereses ajenos.
Con
la llegada de Hugo Chávez al gobierno de Venezuela, la ecuación
comenzó a cambiar. Le siguieron los triunfos de Lula en Brasil
(2002), Kirchner en Argentina (2003), Tabaré en Uruguay (2004), Evo
Morales en Bolivia (2005), Rafael Correa en Ecuador (2006) y Daniel
Ortega en Nicaragua (2006). Así, el Foro de San Pablo comenzó a
albergar otros debates: cómo gestionar, es decir, como pasar de una
lógica casi meramente declamativa a una acción transformadora para
esas mayorías populares que mencionábamos con antelación.
La
XX edición del Foro, que tiene lugar en La Paz, Bolivia, tomará
algunos temas centrales de debate, que seguramente avancen en
posicionamientos concretos. Hablamos del apoyo a la Argentina en
relación a la exigencia de soberanía sobre las Islas Malvinas –y
el pedido de diálogo sobre el tema al gobierno del Reino Unido– y
también sobre el tema de los denominados fondos buitre; de un
posicionamiento común a favor de la salida al mar para Bolivia
–exigencia que el gobierno de Evo Morales llevó a La Haya
recientemente–; y de un nuevo posicionamiento contra el
bloqueo de Estados Unidos a Cuba.
También,
claro, se debatirá sobre los intentos de restauración conservadora
en la región y los peligros de una posible reversibilidad en los
procesos de cambios efectuados hasta el momento. Estos meses serán
convulsionados en cuanto al "calendario electoral" de
América Latina: en ese sentido, la mayor parte de los integrantes
del Foro de San Pablo se posicionará a favor de un triunfo del
Frente Amplio en Uruguay, del Partido de los Trabajadores en Brasil,
y del Movimiento al Socialismo en Bolivia.
Es
que Tabaré Vázquez, Dilma Rousseuff y Evo Morales enfrentan
adversarios de la denominada "nueva derecha", que,
aggiornada, pretende volver a retomar el control político en estos
tres países, con las candidaturas de Lacalle Pou, Doria Medina, y
Marina Silva, respectivamente. A su vez, con la aparición de la
Alianza del Pacífico –y su política de Tratados de Libre Comercio
con EEUU y Europa– ha surgido una nueva orientación de integración
regional, más similar al librecambismo de los 90, situación que
también ameritara buena parte de las discusiones en Bolivia. Los
integrantes del Foro reiterarán su apoyo a instancias como ALBA,
CELAC y UNASUR, que han intentado en estos años una integración
autónoma de nuestros países.
Por
último, se espera que el XX Foro de San Pablo también dé cuenta en
sus debates de la importancia de la reciente reunión BRICS–UNASUR
en Brasil, que además también tiene que ver con la posibilidad de
construir un mundo multipolar y un nuevo orden económico
internacional –diferente al de la década en el cual el Foro de San
Pablo nació–. Por ende, la vinculación de nuestros países con
nuevos polos de poder a nivel mundial, como Rusia y China, también
será parte de las deliberaciones que se llevarán a cabo en Bolivia.
Como se ve, un cambio notable en el "temario" del Foro
respecto a las instancias que dieron origen a su nacimiento, allá
por inicios de la década del 90.
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