Este domingo 25, se efectuara un
Acto de Homenaje, donde se pondrá una placa con los nombres de los " Mártires de la Liberación y la Democracia", en Achocalla. Lugar donde funcionaba una cárcel de prisiones políticos.
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Una gigantesca
marcha entro a la plaza Murillo de la ciudad La Paz, en la tarde del
viernes 20 de agosto, reuniendo a trabajadores, universitarios y
jóvenes. La movilización antifascista expresaba enérgicamente su
animo de combatir y defender el proceso revolucionario del gobierno
de Juan José Tórrez, ante los aprestos golpistas suscitados en
Santa Cruz. En la manifestación las columnas populares daban su
paso frente al palacio donde sesionaba la Asamblea Popular, la gente
gritaba hacia el palco, “dale duro, jota jotita Tórrez”, había
un eco que resonaba entre las calles “El fascismo No Pasara”.
En la víspera, el jueves 19 se inicio el golpe en Santa Cruz, con un despliegue
de tanques y tropas, los militares ocuparon la ciudad. Secundando el
operativo dirigido al asesinato, de universitarios en la Universidad
Gabriel Rene Moreno y sindicalistas en la Central Obrera, perpetrado
con el apoyo de elementos falangistas y mnristas.
Precediendo a
esto sucesos, en la plaza de Santa Cruz, hubo una marcha cívica de
elegantes señoras católicas con pañuelos blancos, eran esposas de
los fascistas, que pedían excarcelar al coronel Banzer, detenido
días anteriores por el Gobierno de Tórrez, por un fallido intento
golpista.
El sábado 21, el
pueblo se concentro en plaza del estadio de Miraflores, escuchando el
llamado a defender la Revolución Socialista; radio Illimani difundió
el comunicado de la Central Obrera Boliviana y el Comando Político,
coalición de partidos de izquierda (el Partido Comunista,el Partido
Comunista Marxista Leninista, el Partido Obrero Revolucionario, el Partido Socialista 1, el Movimiento de Izquierda Revolucionario).
En vano se espero
por la incumplida promesa de la entrega de armas por parte del
Gobierno.
Entre la multitud
entraron en escena jóvenes con brazaletes rojos en brazo y empuñando
sus armas, son los Elenos se escuchaban entre voces, eran los
militantes del Ejercito de Liberación Nacional (E.L.N.). En columnas
con movimientos ordenados y siguiendo una disciplina revolucionaria
los Elenos junto a los militantes izquierdistas y el pueblo en armas,
organizaron la resistencia.
Después de
largas horas de combate se tomo el cerro Laykakota, reduciendo a las
fuerzas del ejercito. Algunos de los soldados en el desbande saltaron
hacia el rio Choqueyapu. Sobrevolaban aviones abriendo fuego contra
los combatientes populares. En una larga batalla contra el cuartel de
Miraflores no se logro derrotar y tomar esta base del ejercito.
Al filo del
atardecer, bajando desde El Alto, irrumpieron en la ciudad los
tanques alineados al golpe fascista, estas enormes bestias metálicas
a su paso abatían a los combatientes del pueblo, quienes poco a poco
se resignaron a la derrota, y entonces había que efectuar el
repliegue para conservar a las fuerzas revolucionarias.
El mayor Sánchez,
del batallón de Colorados de Bolivia, leal a Tórrez, había hecho
algunos esfuerzos para el suministro de armas, pero no en la cantidad
suficiente. Sin embargo es reconocible su actuacion en la defensa del
palacio de gobierno y la ciudad junto a los Colorados de Bolivia.
En Oruro,
camiones repletos de mineros arribaron desde Huanuni y Siglo 20 a la
ciudad para luchar por el gobierno revolucionario. Se registraron
algunas escaramuzas con el ejercito. En una guerra de comunicados y
desinformación se había divulgado, que las fuerzas militares
venidas de La Paz, apoyarían al pueblo revolucionario, se trataba de
una trampa que dio lugar a que el ejercito tome el control de la
ciudad.
El lunes 23 los
estudiantes se congregaron en la Universidad Mayor de San Andres, en
la ciudad de La Paz, bloquearon las avenidas circundantes mientras
realizaban una Asamblea. A las pocas horas el ejercito ocupo la
Universidad, desde los altos del edificio del monoblock, estudiantes
armados combatian en una contienda desigual contra el fuego de
ametralladoras disparados desde aviones que sobrevolaban. Centenares
de universitarios apresados caminaron, con las manos tras la cabeza y
con brazos levantados, a lo largo de la avenida arce. Desde las
lujosas casas, mujeres señoras gritaban, “maten a esos comunistas,
maten a esos rojos”. Eran vigilados por los tanques y frente a los
fusiles de los soldados, fueron conducidos al Ministerio del
Gobierno.
En nuestra patria
empezaba una larga noche bajo la dictadura fascista, con un golpe
orquestado por la CIA, que había sido financiado y preparado entre
los militares bolivianos, junto a los partidos de derecha (el MNR y
la Falange Boliviana), y con apoyo de la empresa privada.
El septenio de la
dictadura Banzerista habia conculcado gravemente los derechos
humanos, fueron asesinados centenares de obreros, campesinos, jovenes
y universitarios; miles torturados, desaparecidos y encarcelados.
La economia del
estado adquirio una elevada deuda externa, las empresas
publicas
fueron mal administradas, la mala gestion de las finanzas publicas
llevo al pais a una crisis economica y a la hiperinflacion de los
años 80. Mientras empresarios y banqueros privados se enriquecian,
la pobreza se cargaba en las espaldas del pueblo.
El mes de
diciembre de 1977 se inicio una huelga de mujeres, esposas de lideres
mineros (entre ellas Doña Domitila Chungara) junto a sacerdotes
católicos (Luis Espinal y Xavier Albo), el piquete de un pequeño
grupo se multiplico en algunas semanas a miles por todo el país.
Al año
siguiente, 1978, era el tiempo de la caída de la narco-dictadura
fascista de Banzer.
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Llamado
del 20 de Agosto de 1971 del Comando Político
“Los
últimos acontecimientos registrados en el país, ponen en evidencia,
una vez más, que el gorilismo, la reacción fascista y los
sirvientes del imperialismo, utilizarán el golpe de Estado, el
terrorismo y todos los medios en su vano intento de aplastar al
movimiento revolucionario y a la clase obrera.
“El
Comando Político a nombre de la Asamblea Popular, reitera que su
objetivo fundamental es la construcción del socialismo, que sólo
podrá lograrse a través del total aplastamiento del gorilismo
fascista y de la reacción, aplastamiento que supone la destrucción
de su poderío económico, desgraciadamente intacto en muchos
sectores. “El golpe fascista, que ha venido avanzando y proclamando
a tambor batiente la catástrofe nacional que tanto desea, tiene un
carácter preventivo con referencia a la inevitable
participación
obrera mayoritaria en Comibol, a la victoria segura del pueblo
boliviano y de su clase proletaria, que será la victoria definitiva
del socialismo. La defensa de nuestra causa, que es la causa de los
hombres y de las mujeres que habitan este país, nos obliga a
rechazar con toda energía y decisión la provocación fascista.
“En
este momento crucial creemos de nuestro deber puntualizar que la
reacción puede conspirar cómodamente, utilizar parte del aparato y
recursos estatales, debido a las dudas, debilidad y peligrosas
oscilaciones de derecha a izquierda del gobierno del general Tórres.
El pueblo boliviano no puede estar de acuerdo ni complicarse con esta
conducta y señala que toda concesión al gorilismo fascista, todo
acuerdo con él, importan un rudo golpe al proceso revolucionario,
una traición a los intereses nacionales y un marcado servicio al
imperialismo.
“Por
todo lo anterior, el Comando Político, dirección del frente único
anti imperialista y revolucionario, llama a todos los bolivianos, a
los hombres y mujeres, a los trabajadores e intelectuales de
avanzada, a los soldados, clases y jóvenes oficiales revolucionarios
a ponerse en pie de combate, a ganar las calles para aplastar total y
definitivamente al gorilismo golpista, a la derecha cavernaria y a
los sirvientes del imperialismo.
“El
Comando Político llama a todos los bolivianos a defender su
revolución, que es su propio porvenir, a salvar al país del
descarado gorilismo y a arrancar de cuajo a la contrarrevolución.
“Bolivianos:
el pueblo está en guerra a muerte contra el gorilismo fascista. Como
en toda guerra, el objetivo central consiste en vencer y aplastar al
enemigo.
“Los
explotados confían únicamente en sus organizaciones y en su propia
fuerza y es alrededor de aquellas que deberán movilizarse”.